11 de noviembre de 2009

Memorias de Oaxaca




El fin de semana fui a Oaxaca no sólo con la intención de visitar a mi amiga, sino con varios objetivos: comer en el mercado, ir a Monte Albán (no dio tiempo) y visitar el MACO y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo. También entré a Santo Domingo y pensé que, aunque soy católica, nunca he comprendido en su totalidad las costumbres, creencias, rituales, ni dinámicas propias de mi religión. Siento que camino por los pasillos no como parte de la institución sino como turista. Desde niña he visto muchos santos y vírgenes pero aún no comprendo por qué están allí, quiénes son, ni qué hicieron (tampoco me interesa mucho, sólo ciertos personajes bíblicos). En realidad la adoración a estas figuras es una manera sutil y disfrazada de politeísmo. Aún así, creo en un Dios que escucha y responde. No sé si vieron la película Breaking the Waves, en la que Bess habla constantemente con un Ser Superior. Yo también creo que es posible comunicarse con él (o ella) y, aunque no es necesario hacerlo exclusivamente en una iglesia, siento que la disposición para recordar o retomar el estado de nuestra vida espiritual es mayor en un viaje que te saca de contexto y en una iglesia con dimensiones y decoraciones tan apabullantes. Esta vez encontré una pequeña puerta que conducía a una habitación subterránea llena de nichos y placas que cubren las cenizas de los muertos. Había poca circulación de aire y un ventanal por donde entraban algunos rayos de sol. Sentí tranquilidad, un ambiente ligero, sin frío, sin calor, sin aire; lejano y alejado de mí y de nosotros los vivos, quienes somos la lluvia, la tormenta, el movimiento, la energía. En una de las criptas había una paleta de Bob Esponja (yo dejaría cartas escritas a mano). Salí de Santo Domingo, hice una escala en su tienda (el puro lucro con rosarios, oraciones y escapularios) y pensé que mi verdadera religión es el arte. En éste he descubierto un paraíso que ha transformado mi manera de ser y de pensar y que me ha acercado a mi esencia. En verdad lo creo.

En el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo encontré una exposición colectiva temporal llamada Corpus Aeternum curada por la Dra. Lorena Ocampo y por el Dr. Lakra (hijo de Toledo) en la que vi fetos malformados, cabezas cortadas de manera transversal, esqueletos, bebés abiertos e instrumentos quirúrgicos. Me impresionó mucho, primero tuve ganas de vomitar y no entendí el sentido de ver todo aquello, pero después tomé aire y decidí satisfacer mi curiosidad (no fue morbo) y descubrir cuál era el propósito de los artistas de mostrar siameses fetales y bebés con muchas extremidades que flotaban en un líquido amarilloso. Al terminar el recorrido arranqué una hoja del cuaderno de "Comentarios" (pese a que el guardia me dijo: “no está permitido que se arranquen las hojas”) y escribí todo lo que sentí: asco, repulsión, miedo... Quise examinar con detalle cada una de las ‘piezas’, para ver de qué estoy hecha por dentro y cómo fui cuando era un feto. Encontré urnas que goteaban por el calor que recibían de los rayos de sol de las ventanas, tejidos fétidos, podredumbre humana, fluidos secos, pellejos, pelos desde la raíz y tejidos sin forma. Me pareció desagradable y aberrante. ¿Por qué nos producen asco nuestras propias entrañas? Es nuestro interior. Tal vez estamos acostumbrados a que lo bello es o debe ser lo que nos cubre, la piel lisa, el brillo de los ojos. ¿Por qué consideramos que no son bellos el cerebro, los nervios, los músculos?. Lo que más me impresionó fue una niña de casi un año con los órganos expuestos. De quién habrá sido ese bebé que se transformó en pieza de una exposición de arte contemporáneo. Qué le sucedió, dónde están los papás. También vi un ser transparente de 21 días. Ya tenía un punto negro que era el cerebro, yo creo que ya había vida, ya era, ya existía. Pensé en la discusión interminable sobre el aborto y recordé el cine trash estadounidense que pretendía shockear a la gente.

Lo que más me gustó fue que a la mitad de la calle encontré un paraíso Gris. Así se llama la instalación (efímera) de Laurie Litowitz, Gris, que está en el cubo abierto del MACO. Un muelle que desemboca en un mar de cenizas bajo la oscuridad del cielo. En una ciudad enmarcada por el arte de imágenes estereotipadas que caen en la definición de artesanía y plagada de indigenismo y nacionalismo al extremo del cliché, esta instalación otorga una visión diferente que involucra estados de ánimo. Pararse al final del muelle de madera y observar un campo de cenizas limitado por paredes altas y blancas produce una sensación de infinitud, de profundidad. "Al inicio el Gris me buscaba y sí, a veces me encontraba; después fui yo quien iba en pos de él, aunque, en honor a la verdad, siempre nos hemos atraído mutuamente. Admito que encuentro la belleza donde tal vez no debería. Las tierras quemadas me provocan gran emoción, la destrucción de lo ordinario me seduce, al igual que los precoces rizos canosos de una joven, las canas maduras de mis amigos y las densas nubes grises antes de la tormenta. Escogí este mar de cenizas como escenario para reflexionar. Las cenizas se originan de la combustión de diversos materiales, consecuencia de una transformación, del paso de un estado a otro" (fragmento de Laurie Litowitz).

Por último, quisiera compartirles la idea borrosa de uno de mis cuentos: una mujer que compra dos boletos de camión con destino a donde sea. Uno es para ella y el otro es para un desconocido. Ella toma el lugar de la ventana y espera con la ansiedad que le produce la incertidumbre de si llegará o no su acompañante. El chofer enciende el motor, a lo lejos aparece un hombre, se sube y toma el lugar que le corresponde. ¿Por qué decide viajar con una mujer que no conoce? Comen, caminan, pasean, visitan museos, tiendas, cafés, se toman fotografías como si llevaran más de 10 años de relación íntima. Surgen muchas preguntas: ¿dormirían juntos? y ¿qué pasaría a su regreso? Ha de ser interesante viajar con un cuasiextraño. Sería una provocación para que ocurriera lo extraordinario. Ambos están unidos por esa búsqueda de lo extraordinario en sus vidas y de una fuerte visión romántica. La idea surge de mi gusto por dos películas: Párpados azules, porque quisiera saber lo que hubiera pasado si la pareja hubiera ido a la playa; y Exilios, que muestra a una pareja que viaja para encontrar sus raíces y reconciliarse con su pasado, pero durante el trayecto ambos construyen un vínculo muy fuerte con una carga muy sexual y erótica. De Exilios me encanta la libertad corporal (así me sentía cuando bailaba ballet) con la que los protagonistas bailan, gritan, lloran, cantan y asumen su desnudez, también me encanta que no sabemos cómo, dónde ni por qué se conocieron, pero intuímos que, antes del viaje, tenían una relación breve, superficial o desinteresadamente carnal, ya que vemos cómo se descubren cicatrices en la piel por primera vez. De esta película me da curiosidad saber qué pasó entre ellos antes y después de viajar y, sobre todo, explorar 'ese algo' que los une.

-Lo que más escuché en la carretera: El espacio, de Café Tacvba y How to Disappear Completely, de Radiohead.

6 comentarios:

Maedly Atardecer dijo...

Lindo relato, "y pensé que mi verdadera religión es el arte". Yo alguna vez en alguno de mis diarios escribí: "Si el Arte fuese una religión yo sería Artista"...

Me gustaría tener tan amplio conocimiento como el tuyo en cuestiones cinematográficas, pero la manera en la que relatas los contenidos de las películas, hace que me den ganas de verlas, porque siento que es algo que a mi también me gustaría, las relaciones casuales, humanas y efímeras que muchas veces no tienen una razón de ser.

Georgina Espinosa Gaubeca dijo...

Gracias, me da gusto encontrar personas como tú que toman al arte como parte fundamental de sus vidas. Sobre mis conocimientos de cine, no sé qué tanto sepa, pero tampoco me lo había cuestionado, la verdad siento que me falta muuucho por aprender, lo que sí te digo es que procuro ver películas lo más seguido que se pueda, sólo con la finalidad de disfrutarlas, pero a veces la rutina del trabajo me roba mucho tiempo (eso es todo un tema).
El cine ahí está para quien quiera verlo, así que estaría chido que le hicieras caso a tus ganas de ver. Te recomiendo muucho 'Exilios' de Tony Gatlif. También 'Párpados azules', aunque muchas personas me han dicho que no les parece buena. Pero al final cada quién le da una 'lectura' personal a las películas. Por ejemplo yo siempre las vinculo con mis experiencias y mis vivencias, por eso a veces cobran un sentido diferente al menos para mí, o me identifico con algún personaje. Regresando a 'Párpados azules', tal vez es la idea generalizada de que el cine mexicano es malo, pero yo no lo creo, como todo, hay obras buenas y malas no sólo en México, o simplemente son, pero el jucio de si son buenas o malas lo otorgamos nosotros con base en muchos factores. Lo difícil es formar un criterio propio.

Mario Rdz dijo...

Me gusto la segunda foto, si no es mucha molestia, ¿podrias hablar un poco mas al respecto?

Georgina Espinosa Gaubeca dijo...

Hola Mario. No es ninguna molestia. Las fotos son de la instalación de Laurie. En el MACO de Oaxaca hay un espacio al aire libre enmarcado por tres paredes blancas muy altas, que prácticamente sólo dejan el techo al descubierto. Ahí la artista puso un muelle de madera que te lleva a la mitad del espacio. Abajo y alrededor del muelle cubrió el piso con cenizas, también puso unas sillitas como las que ves en la foto, y en las paredes pintó círculos con una especie de carbón. Laurie toma fotos de cómo ha ido cambiando el espacio con el aire, la lluvia y también con la intervención de los objetos que el público puede aportar. Esas fotos las muestra ahí mismo en una de las salas.
Yo le tomé foto al texto de la artista, que explica perfectamente en qué consiste 'Gris'. Lo busqué en Internet y no está, pero si quieres, escríbeme a mi mail (gina228@hotmail.com)desde el correo al que quieras que yo te mande el jpg con el texto, porque estoy segura que te quedará más claro todo. Si te interesa, puedes googlear a la artista, quien actualmente vive en Oaxaca.

Saludos

Cynthia Arvide dijo...

¡Hermosas fotos y reflexiones! Síguenos compartiendo tu mirada del mundo y del arte. Un abrazo amiga.

Georgina Espinosa Gaubeca dijo...

¡Hola amiga! Muchas gracias, qué bueno que te gusten mis reflexiones jajaja. Besos!!