28 de mayo de 2012

Perdida en la vida virtual


Me esmero en subir notas que yo misma quito a las dos horas, para publicar nuevas. Caducan y hay que reemplazarlas. Y las miles de personas que estuvieron ahí para leerlas, darán sentido a un trabajo circular, rutinario. Pero en realidad soy yo quien tiene que descubrir en dónde depositar tanta información, en tan poco tiempo, para obtener paz y claridad mentales; concentrarme en el resto de mi vida, que, por el contrario, quiero que sea un proyecto que construya algo perdurable y mío. Tan simple como este blog que permanece aquí con el paso de los años y que da testimonio de mi evolución. Aquí colecciono mis propios textos y los consulto cuando necesito acordarme de mí misma. Un blog podría ser la manera de inmortalizarme, pero prefiero los métodos convencionales... ¡La vida! La vida fuera de esta pantalla (o al menos dentro de la de un cine).

El cuerpo como instrumento

PINA es atemporal, trasciende a la muerte a través de la danza. Su espíritu desconocido se nos revela con movimientos liberadores.

Wim Wenders pone su cine a disposición de la danza. Se une con humildad a una fuerza mayor. Baila con la cámara.

“De qué tienes miedo”.
“Alócate más”.
“Sigue buscando”.
“Recuerda asustarme”.